"Agradecería mucho que algún avispado/a lector/a de
LaVanguardia me explicara el porqué del constante tocamiento de pelo por parte de las adolescentes de este país.
MANEL MAS CANUT
Barcelona"
Miércoles 8 de marzo de 2011, La Vanguardia
Manel, me encantó ver este escrito entre "las cartas del lector." Es realemnte original. Así que, con tu permiso, aunque no nos conozcamos, lo comparto para encontrar respuesta a tus enigmas.
Aprovecho para mostrarte estas gráficas de Julian Wolkenstein. Porque ellos también se tocan el pelo;)
Todo estaba planeado para la gran noche. Se notaba esa tensión en el ambiente en la que sólo mandan los gestos y las miradas. Yo, como otros pocos elegidos, recibía órdenes del jefe.
Me calmé pensando que si hacía las cosas bien no sentiría remordimientos. Que sería alguien respetado. Me tragué los nervios y salí a la calle a ejecutar mi encargo.
Sabía dónde encontrarla y no me equivoqué. Ahí estaba, exhibiéndose desde la primera hora de sol. Sonrojada, como siempre, quizá por las miradas de los paseantes. Además, su frescura la hacía destacar entre el gentío del mercado. Pero yo tenía un trabajillo pendiente y poco tiempo que perder. Domé mi conciencia y actué.
Sin embargo, todo empezó mal. La saqué de ahí de malas maneras. Pensando en lo que haría con ella en mis fantasías y no en el plan establecido. La traté como a una fulana tras el escaparate. Lo que provocó que olvidara mis formas, hasta perder el control.
No recuerdo el momento en que la tuve delante, con un cuchillo en mis manos. Pero sí la primer puñalada. Esa es siempre la mejor. Los 59 golpes restantes no debieron llegar nunca. El jefe me iba a matar. Estaba inservible, hecha picadilla.
Pensé en ocultar las pruebas, en tirar sus restos al contenedor de atrás. Pero no podía engañar al jefe, quién me lo ha enseñado todo. Él siempre me dijo que uno debe despedazar con delicadeza, mimar cada paso de creación. Ése era el secreto de toda profesión.
Y así, sólo llegaría a ser un mediocre pinche de cocina.”
Hoy es un día histórico. El día que Estados Unidos ha matado al enemigo público número uno. Al most wanted. Al Hitler de una parte del Islam. Al Wally del terrorismo:
”Bin Laden is dead.”
Al fin a llegado el revés a los atentados del 11-S. El 2 de mayo de 2011. (aunque a saber cuánto tiempo hace que lo habían matado y USA no nos lo habían dicho)
Ni mucho menos se puede compensar lo sucedido en las Torres gemelas con el asesinato del terrorista artífice de la masacre. Pero los norteamericanos y medio mundo celebran su muerte como si estuvieran en canaletas. Sin embargo, hay varias percepciones que no acaban de cuajar.
Primero de todo, porque vivimos en un mundo de desinformación. En el que todo se tergiversa, se photoshopea, o se le alarga la pierna a Pepe a lo Jet extender. Visto desde fuera leemos que han lanzado el cadáver de Osama Bin Wally al mar, porque ningún país lo querría enterrar. Es decir, 10años buscando al susodicho para volverlo a perder en menos de 24h por el océano?¿ O mejor aún,
“tirémoslo al mar y deshagámonos de las pruebas.”
Seguro que en breves algún avispado macabro se lanza al fondo del agua a pescar al tiburón musulmán. Y sino en un futuro alguien lo encontrará, o te aparecerá flotando este verano en la playa.
También nos informan de que el Barbudo estaba escondido en una mansión, con 4 gatos más. Entre ellos algunos de sus hijos y de sus mujeres. Y que el ejército americano entró como pedro por su casa en helicóptero y se los cargó a todos. Con la colaboración del presidente de Pakistán. Está claro que en el juego del escondite no hay normas, pero lo de ocultarse en un palacete antes que en una cueva... Y lo de ser el multimillonario terrorista más buscado del planeta y no tener apenas protección en casa?¿ Cuesta de creer.
Me da miedo pensar que hayan matado a uno de sus dobles sin darse cuenta y que no se trata del verdadero Dead Ladem. Que hayan anticipado la exclusiva mundial de su muerte con prisas -muy típico del periodismo- para recuperar la credibilidad de Barack Obama. O que norte américa se haya inventado la noticia.
Por otro lado, como mi amigo Llourinho, deberíamos preguntarnos ¿por qué?
¿Por qué lo han matado y se han desecho del cadáver? ¿Por qué un ojo por ojo en el siglo XXI? ¿Por qué celebrar la muerte de alguien? Bueno, esta última pregunta está más que justifica.
Quizá lo ético y democrático hubiese sido un juicio justo para el terrorista. Pero aunque parezca cruel alegrarse por la muerte de alguien, yo, me alegro.
Hay que tener en cuenta que este individuo ha confesado, a lo sextape en video, sus hazañas en reiteradas ocasiones. Y se ha proclamado fundador de la red terrorista Al Qaeda. La misma de los atentados en Madrid, Londres y países árabes.
Así que me alegro por los mismos motivos que un comentario anónimo de LaVanguardia digital:
"Me alegro que haya muerto por todos los bomberos que perdieron la vida aquél día. Me alegro que haya muerto por todas las personas que murieron aquél día trabajando, me alegro que hayan acabado con él por todas las personas que se tuvieron que tirar por las ventanas de los rascacielos porque no veían otra salida, de todas las personas que están muriendo en el mundo por sus ataques terroristas y no olvidemos que aunque fuera un mercenario de EEUU él siempre ha hecho lo que ha querido. Todavía me acuerdo de aquel día como si fuera ahora mismo, el terror, el miedo. Me alegro que hayan acabado con él.”
Aunque sigo con mis dudas, quiero creer que el día de hoy ha sido un paso importante para erradicar el terrorismo en el futuro. Pero cuidado porque los estadounidenses son los mejores guionistas del mundo.
